La industria musical funciona alrededor de múltiples procesos, pero cinco de ellos son fundamentales:
La comercialización de canciones/composiciones
Es el llamado “negocio editorial”” mediante el que cualquiera de nosotras puede componer una obra musical y ofrecérsela a otras personas que se encarguen de “explotarla” y convertirla en:
- una canción grabada
- una banda sonora
- sintonía de un anuncio
La realización y comercialización de grabaciones de esas canciones
Conocido como “”negocio discográfico”” aunque este término comience a estar en desuso, ya que las grabaciones, cada vez más tecnológicas, tienden a no tener un soporte físico como hace décadas.
La compañía discográfica o fonográfica basa su negocio en grabar esas canciones en un formato que pueda ser comercializado, bien mediante copias físicas (vinilo, descarga digital … ) o bien mediante streaming.
Debemos tener en cuenta que para “”lanzar”” un proyecto suele ser imprescindible “”lanzar”” una artista 🙂
La interpretación de música, bien en procesos de grabación (músicas de sesión) o bien en conciertos en vivo
En ambos casos podrías ser únicamente intérprete, a las órdenes de una “directora musical” o formando parte de una banda de otra artista, pero también podrías ser “artista” y protagonizar tu propio proyecto.
Gestión de procesos en la industria musical
La gestión de todos estos procesos, que como es fácil de entender, es una necesidad, ya que el talento y el éxito, si ocurre, hay que saber gestionarlo.
En este ámbito trabajan miles de personas: managers, promotoras, productoras, cazatalentos, administrativas, abogadas, contables, economistas …
La comunicación y la promoción de los proyectos
¿Resulta evidente, no? Si no conseguimos que las futuras fans se enteren, nunca llegaremos a tener fans.
En este ámbito se mueven muchísimas profesionales de la comunicación y la promoción, agencias de publicidad especializadas, marcas comerciales y patrocinadores, instituciones públicas y privadas … que conforman un ecosistema muy complejo pero apasionante a la vez.
Es importante entender que todos estos procesos influyen unos de los otros y, generalmente, de su equilibrio depende la sostenibilidad de los proyectos.