Lara Rodríguez empezó en la música a los 4 añitos aunque su madre dice que “empezó a cantar antes que a hablar”.
Le llamaban mucho la atención las armonías vocales y los instrumentos. Por eso, siempre ha estado en diferentes agrupaciones coros, corales, coro-show (el cual dirigió con 17 años siendo una de las directoras más joven de galicia) y siempre ha cantado en diferentes grupos con amigas donde lo importante era la armonía vocal. También ha aprendido a tocar varios instrumentos para poder acompañarse como el piano o la guitarra, y con el que más se divierte, la batería.
Estudió magisterio musical por el “por si acaso” de si en la música no le fuese bien y tuviese que ser maestra, pero ella tenía muy claro cuál quería que fuese su futuro e iba a luchar por ello.
“Y en ello estoy. Formo parte de Broken Peach desde hace más de 10 años y poco a poco vamos creciendo. La verdad que es muy sacrificado y hay que tener mucha paciencia porque nadie te regala nada salvo que tengas un golpe de suerte. Hay que ser constante, luchador y nunca desistir porque el esfuerzo al final tienen su recompensa. Por suerte, nosotros podemos decir que vivimos de ello y vamos a seguir luchando para hacerlo cada vez mejor.
Estamos aprendiendo mucho ya que en un grupo no sólo te dedicas a subir a un escenario y tocar, hay mucho más detrás y en nuestro caso, todo lo hacemos nosotros, sí, todo!”, cuenta Lara.
“Es difícil y sacrificado pero todo lo bueno que te aporta es indescriptible. Sólo lo puedes entender si lo vives”. Lara espera seguir dedicándose a esto mucho años más y desea que lo veáis.
Fotografía: Cris Andina
